La idea de suspender las elecciones primarias (PASO) del 2023, ha tomado gran fuerza en las últimas semanas, desde que los intendentes peronistas le acercaron la posibilidad al presidente Alberto Fernández.

Desde ese momento, en muchos sectores del oficialismo, la idea tomó bastante fuerza: el propio ministro de economía Sergio Massa le pidió a sus diputados apoyar la iniciativa. 

En ese contexto, el PRO entró en pánico y salió a calificar la maniobra como una "locura" y una "trampa". Luego de días de indecisión, el bloque del PRO salió a marcar posición sobre el proyecto del oficialismo para suspender las PASO, mientras algunos sugerían esperar la posición de Javier Milei.

Su incomodidad se fundamenta en cómo resolver la interna que tiene como mínimo a Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich como candidatos, si es que Mauricio Macri decide no competir, en un escenario en el que la UCR podría hacer valer su aparato en todas las provincias.

Según se pudo conocer, los halcones nunca terminaron de desarrollar una base de afiliados y se acomodaron con la UCR para conseguir la estructura necesaria para ganar elecciones a nivel nacional. 

Sin embargo, algunas fuentes importantes del radicalismo le confesara LPO que "nosotros vamos a internas igual en todo el país". La postura desafiante de la UCR es lógica: si no hay primarias buscarán hacer pesar su estructura partidaria para derrotar a los candidatos del PRO que están mejor en las encuestas.

"Nos ganan de acá a Júpiter", se lamentó un dirigente del PRO en conversaciones con LPO, en referencia a la potencia partidaria de los radicales.

En el larretismo tienen una preocupación extra: que Patricia Bullrich se corte sola y compita por afuera. Por eso hablan de un escenario como el de 2003,  con la interna de Fernando de la Rúa contra Graciela Fernández Meijide como un caso testigo de lo que puede suceder si el peronismo consigue eliminar las primarias obligatorias. En esa interna la UCR le tiró el aparato encima al Frepaso.