Con un movimiento frenético dentro del Frente de Todos, debido a la posible suspensión de las PASO, y con las elecciones a la vuelta de la esquina, la oferta de candidaturas del peronismo aún tiene grandes interrogantes.

Por un lado, el presidente Alberto Fernández no quiere saber de reelecciones, lo manifestó desde Estados Unidos tras cumplir su agenda con la asamblea general de Naciones Unidas, y según trascendió, lo recalcó en una reunión discreta fuera de la residencia de Olivos, “Yo voy a trabajar para que el Frente de Todos retenga el poder, no voy a ser un obstáculo”, dijo. Lo escuchaba el jefe de Gabinete, Juan Manzur y un grupo de dirigentes y legisladores.

Por otro lado, la vicepresidenta, Cristina Kirchner, quien aún no decide su camino para los comicios del próximo año, pues su situación es un poco más compleja teniendo en cuenta el proceso judicial por el que está atravesando debido a la Causa Vialidad, sin embargo desde los pasillos del Frente de Todos admiten que se apegaran a lo que la líder decida.

La PASO también juega un papel muy importante dentro de los interrogantes del oficialismo pues, aunque en el Congreso hay movimientos para eliminarlas, las opiniones están divididas en la alta dirigencia del PJ.

Cristina, según la escucharon en las últimas semanas, es poco proclive a suprimirlas. “Ella ya ha dicho que no hay que hacer cosas raras, que la elección no se gana o se pierde por eso”, dijo un importante funcionario. Pero tampoco está operando para frenar el reclamo de los gobernadores, que están en un fuerte debate por evitar la instancia de las internas.

En ese marco, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, transmitió que “evidentemente, es un debate que se está dando y que hay que escucharlo en detalle”.

La Cámpora, por su parte, dejó claro que la suspensión de las primaria es necesaria, pues “el espíritu original no resultó como se había previsto porque en muchos casos es un instrumento que no se utiliza”, así lo afirmó el dirigente del espacio y uno de los hombres que tiene línea directa con la vicepresidenta, Andrés “Cuervo” Larroque, en diálogo con El Destape.

Alberto, por su parte, quiere preservar el sistema actual. Así lo conversó con los líderes cegetistas días atrás en Olivos, que también quieren sostener las PASO. “Alberto cree que no se puede volver a elegir con el dedo. Apunta a que haya un peronismo más amplio”, señaló un ministro esta semana. El Presidente necesita de las PASO si en su fuero íntimo aún alberga la esperanza de postularse.

Al debate también se sumó el ministro de economía Sergio Massa. “Es de los que creen que las PASO los beneficia a ellos (Juntos por el Cambio) porque ordena el voto útil”, dijo al diario La Nación, un referente que lo conoce desde hace muchos años. Trascendió que el tigrense le transmitió a los diputados de sus filas que levanten la mano si tienen que votar un proyecto de ley para eliminar las PASO, pero cerca suyo lo negaron.

Si bien Massa intenta estar más al margen del tema, muchos hablan de él como presidenciable. Su destino estará muy ligado a su alianza estratégica con Cristina y La Cámpora, que ya comenzó a mostrar las primeras fisuras. “No está tan claro que quiere hacer el kirchnerismo ¿Puede ser Sergio el candidato de ellos? No lo saben ni ellos”, dijo un importante funcionario nacional.

Cabe mencionar que hace algunos días, el superministro había dejado entrever que se quería retirar de la política. “A lo largo de los años he recorrido un sinnúmero de funciones políticas y siento que estoy dando mis últimas pisadas en mi vida política”, así lo expresó en la Cámara de Diputados cuando dio inicio al debate por el Presupuesto 2023.

Ahora bien las figuras presidenciables dentro del bloque afloran por todas partes, un claro ejemplo es la liga de gobernadores del norte grande. En ese colectivo, además de Jorge Capitanich, está el propio Manzur. El jefe de Gabinete no sabe si tendrá lugar en la grilla nacional, pero en el Gobierno ya reconocen que es probable que no llegue hasta el final del mandato en su despacho, porque el año que viene el tucumano podría volver a su provincia para recuperar su silla de gobernador. 

Con el panorama así, también se evidencia la interna en los ejes más poderosos del bloque, pues desde hace tiempo que Fernández, Cristina y Massa entraron en una dinámica de agendas paralelas. La semana pasada, la vicepresidenta condicionó públicamente al ministro de Economía al pedir “una intervención más precisa y efectiva” para controlar la inflación.

“Ella no puede validar esta inflación, la vienen corriendo por izquierda porque se divorcia de su electorado”, leyó un hombre del conurbano. El Presidente y su vice ya casi no dialogan sobre gestión y estrategia política. Solo hablan esporádicamente por la agenda judicial de la expresidenta.

Por otro lado, hay una tensión latente entre el Presidente y el superministro por la capitalización de los anuncios. “Si la economía repunta ¿Por qué Alberto no se le animaría a Massa? De alguna manera puede disputarle la autoría de la gestión”, reflexionó un funcionario ante el diario La Nación.

Algo que sí tienen claro en el Frente de Todos es que en definitiva, cualquier disputa estará sujeta a la decisión personal y política de Cristina. En el ecosistema kirchnerista hoy se divide entre quienes creen que la vicepresidenta va a volver a jugar y aquellos que la ven en otra sintonía, todavía muy preocupada todavía por el atentado y sus implicancias. “El ánimo de ella es otro, no le podemos hablar de una campaña ahora. Ella siempre bailó Fuerza Bruta y no sabe si lo va a poder hacer más”, dijo a LaNación.com una fuente de trato directo con la vicepresidenta.

Y sus decisiones no sólo repercutirán a nivel nacional, pues en el ámbito provincial la líder también tiene la última palabra. El candidato de Cristina para retener Buenos Aires es Kicillof, que lo que más quiere es pelear por la reelección. Eso genera tensión con los intendentes, que buscan su propio candidato. Muchos empujan a Martín Insaurralde, aunque difícilmente logren imponerse.

Un intendente del conurbano en uso de licencia reflexionó: “Si ella no juega ¿Quién va a ser su candidato a presidente? ¿Va a ser Massa o alguien propio? Solo en ese caso podría ubicar a Axel en otro lugar de la boleta y ahí se abriría la discusión por la provincia, sino está todo dicho”.