En su afán por rearmar el gabinete, luego de la salida de dirigentes de su espacio, el presidente anunció a Victoria Tolosa Paz, Ayelen Mazzina y Raquel Kismer, como nuevas ministras, sin antes consultar con Cristina Fernández ni con Sergio Massa.

"Los que se van son míos así que yo pongo a los que vienen", dijo Alberto a modo de advertencia para estos sectores. De este modo, tanto el ministro de Economía, como la vicepresidenta, no van a dialogar con Alberto si este no los convoca para armar el nuevo gabinete. 

Además, se rumorea que Claudio Moroni y Juan Zabaleta, que pertenecen al albertismo, no dejaron sus ministerios por un hecho en concreto, sino porque se cansaron de las idas y vueltas del propio presidente.

Se pudo saber también, que la inconsistencia de Alberto le provocó problemas a la hora de definir los nuevos ministros. Carlos Tomada le rechazó Trabajo, se pensó en Pablo Topet, quien “es un candidato livianito”, según fuentes del Gobierno. 

Por otro lado, se mencionaba a Marcelo Bellotti, cercano al kirchnerismo, como vice ministro, pero “Alberto no va a pelearse con la CGT lo más posible es que designe a un moderado" habría afirmado un líder sindical de ese núcleo. Quedando finalmente Kismer, como reemplazante a Moroni.