Luego de la decisión de Cristina Fernández de Kirchner de no presentarse a ninguna candidatura, aunque aún está por verse esa postura, desde el Frente de Todos empiezan a mover las fichas necesarias para realizar la mejor elección posible.

Desde el seno oficialista saben que Axel Kicillof es uno de los que más mide en las encuestas y, aunque no lo oficializó, es un secreto a voces que se presentará a los comicios para buscar la reelección. En el Frente de Todos de la Provincia le endulzan el oído al Gobernador para que avance con la reforma de la ley electoral.

Los referentes peronistas tienen como postura que sin la presencia de la vicepresidenta en las listas, será casi imposible retener la presidencia, entonces allí entra la idea de desdoblar las elecciones en la Provincia, para mantener dicho territorio como bastión.

Cada vez falta menos para las elecciones, y el gobernador mantiene una buena imagen positiva e intención de votos. Hoy por hoy, estaría disputando un mano a mano con Diego Santilli, dejando en el camino a otros competidores como el presidente del bloque de Diputados de Juntos en la Provincia, el radical Maximiliano Abad, el precandidato del PRO, Cristian Ritondo, o el intendente de San Isidro, Gustavo Posse.

Las elecciones primarias serían una herramienta importante para el oficialismo, que permitirían traccionar un mayor caudal de votos al evitar y podrían favorecer la unidad de una coalición cruzada por fuertes internas.

Según trascendidos periodísticos, Kicillof no tendría problemas en pelear unas PASO con un candidato del Frente de Todos y hasta podrían mejorar sus chances de ser reelecto. Hay un segundo análisis en el pedido de desdoblamiento: que el presidente Alberto Fernández resta votos.

En caso de que logren seducir a Kicillof, el Frente de Todos aún tiene una tarea difícil para lograr que su plan se concrete. Es que dos grandes obstáculos dificultan la posibilidad de desdoblar las PASO. Uno es económico, teniendo en cuenta que los mayores recursos para las elecciones los destina la Nación. El otro factor es político, porque había que modificar la ley en la Legislatura Bonaerense, y el Gobernador no cuenta con los votos necesarios para lograr la reforma.