A pocas horas de la primera reunión de la mesa política nacional del Frente de Todos, de a poco se empezaron a conocer sus primeros anotados. Julio Vitobello envió las invitaciones correspondientes, pero todavía no hubo muchos confirmados que trascendieron.

La idea de la mesa política es que participen cinco representantes de las tres corrientes que componen el Frente de Todos: el sector albertista, el kirchnerismo y el Frente Renovador. También habrá representantes de la CGT y la CTA, mientras que todavía no trascendió la invitación tanto a gobernadores como a los intendentes del Conurbano Bonaerense.

Por el momento, el albertismo es quien tiene más confirmados en la cumbre que se realizará el jueves en Matheu 130. De los cercanos a Cristina, se sabe que ni la Vicepresidenta ni Máximo Kirchner participarán, pero si lo hará el Ministro del Interior, Wado de Pedro, luego de su cruce con el Presidente. El Frente Renovador, por su parte, insinúa con la participación de Massa, pero también prefieren el hermetismo hasta el momento.

Por el sector de Alberto Fernández participarán el flamante Jefe de Gabinete, Agustín Rossi, su vicejefe, Juan Manuel Olmos, y el canciller Santiago Cafiero. Resta confirmar quién será la o el quinto participante, ¿será Tolosa Paz?

Los sectores alineados al kirchnerismo confirmaron la presencia de Eduardo “Wado” De Pedro, Ministro del Interior, y la más reciente es la confirmación del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. También se sumarán representantes de La Liga de gobernadores -si bien algunas provincias reprochan que no fueron invitadas aún- e intendentes.

Por el sindicalismo asistirán las cúpulas de la CGT y la CTA. El líder camionero Pablo Moyano fue recibido en la Quinta de Olivos el lunes por Alberto Fernández.

El hijo de Hugo no fue solo: lo acompañó el senador provincial, Omar Plaini, quien también será de la partida de la cumbre peronista.

Además del secretario general de la CTA, Hugo Yasky, también recibiría una invitación Esteban Castro, de la CTEP. El resto de la mesa, a 48 horas de la cumbre, se mantiene bajo un halo de misterio.