Una situación realmente insólita se vivió ayer en la Apertura de Sesiones del Concejo Deliberante de Húlingham. Su intendente, Juan Zabaleta, debía presentarse para brindar el tradicional discurso, pero prefirió evitar a los concejales de La Cámpora en el medio de una fuerte disputa y realizó la sesión por Zoom.

La interna en Húrlingham tiene largo historial, que incluyen despidos, renuncias, adjudicaciones de obras, y varios cruces entre “Juanchi” y Damián Selci, intendente interino cercano a Máximo Kirchner. Pero esta situación es realmente insólita, porque se remonta a lo ocurrido en la pandemia por el Covid-19.

El ex ministro de Desarrollo Social no quería asistir a la sesión para evitar cruzarse con La Cámpora, con la que mantiene un fuerte enfrentamiento desde que volvió al municipio y dio su discurso a ocho cuadras del Concejo.

El Holograma de “Juanchi” (una computadora con la conexión de la videoconferencia) hizo el tradicional ingreso al recinto del Concejo. Llegó en los brazos de una mujer que llevó la notebook prendida con su rostro en la pantalla a lo largo del pasillo que separa las bancas de los concejales.

Según trascendió, el kirchnerismo aprovechó la ausencia del intendente para perpetrar una serie de "maldades". "Le dejaron el cursor del mouse en la cara, reprodujeron la voz de la gallega del GPS mientras hablaba y le cantaron en contra desde las gradas", dijeron las fuentes.