Las internas por las candidaturas estuvieron meses y meses adquiriendo más y más temperaturas en todos los frentes electorales del país y de la Provincia de Buenos Aires.

Cuando el viernes 23 de junio se conoció la fórmula presidencial de Unión por la Patria (UP) integrada por Sergio Massa y Agustín Rossi, en la Gobernación se respiró cierta calma, porque Axel Kicillof esquivaba cualquier candidatura presidencial y tenía el camino despejado para buscar la reelección en la Provincia.

Si bien, durante todo el viernes y parte del sábado, en la Calle 6 de La Plata esperaban la confirmación definitiva de la candidatura de Kicillof, la rosca y la tensión se focalizó sobre la candidatura por la Vicegobernación.

El sábado 24, día de cierre de listas, en la Gobernación bonaerense mostraban algo de calma: “Todo parece indicar que la fórmula va a ser la misma”, repetían. Sin embargo, ponían reparos y aclaraban; “Hasta que no se anuncie…”.

Mientras tanto, la posibilidad de que Magario sea nuevamente la candidata se puso en cuestión y los nombres comenzaron a rondar. Dato no menor, desde hace meses, en la arena política bonaerense comenzó una disputa silenciosa por la candidatura a la Vicegobernación.

El nombre de Martín Insaurralde aparecía en los chats de periodistas y operadores políticos. Cabe destacar que el actual Jefe de Gabinete de Provincia tiene un acuerdo sellado con Máximo Kirchner en la Provincia.

El nombre del lomense fue descartado en Gobernación, ya que aseguraban que la candidatura a vice tenía que “para una mujer”, pese a que en Nación se confirmó a dos hombres.

Con ese detalle, sonó el nombre de la ministra de Ambiente bonaerense, Daniela Vilar, dirigente de La Cámpora, pareja de Federico Otermín, presidente de la Cámara de Diputados, precandidato a intendente del distrito y alfil de Insaurralde.

Desde la Casa Rosada, el presidente Alberto Fernández –tras haber dado de baja la candidatura de Daniel Scioli- se animó a impulsar a Victoria Tolosa Paz como candidata a vice, aunque en dos segundos fue descartada.

Las arduas negociaciones bonaerenses tuvieron su epicentro en la residencia de la Jefatura de Gabinete bonaerense, en el edificio ubicado frente a la sede del PJ La Plata en 54 entre 7 y 8 de La Plata.

Al calor de la tarde, distintos pasaban a firmar sus candidaturas. En esa casa se instalaron Máximo Kirchner junto a Insaurralde por horas. Para darle más tensión al asunto, sobre las 20 horas llegó Verónica Magario, pero tan solo se quedó 15 minutos y abandonó el lugar sin hacer declaraciones.

Distintas fuentes cuentan que la actual Vicegobernadora partió hacia la Gobernación a reunirse con Kicillof y la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez.

En medio de la desfilada política, a las nueve de la noche llegó -acompañada del exdiputado camporista José Ottavis- la presidenta de la Cámara de Diputados de Nación, Cecilia Moreau. Por un momento se conjeturó que la referente massista podría ser candidata a vice, aunque en realidad su asistencia fue para cuidar los lugares en las listas que se habían acordado para el Frente Renovador.

La rosca seguía intensa, pero al final hubo acuerdo. Cerca de las diez de la noche Kicillof y Magario llegaron a la Residencia de Insaurrade y unos minutos después del jefe de Asesores y mano derecha del gobernador, Carlos Bianco.

El Gobernador y su vice entraron a la residencia para reunirse con Kirchner e Insaurralde, seguidos del ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, quien había acompañado a su esposa, Agustina Propato, a firmar su precandidatura a intendenta, para competir en la interna de Zárate. A los veinte minutos, Kicillof y Magario salían sonrientes.

Así, se confirmó que la fórmula bonaerense se repite este 2023: Kicillof-Magario.