En los últimos días comenzó a tomar forma la próxima estrategia que Patricia Bullrich, candidata de Juntos por el Cambio, plantea para jugarse un lugar en las elecciones generales. Esta propuesta consiste en un ministerio “humano” que tendría al frente al ex intendente de San Miguel, Joaquín De la Torre.

La búsqueda de este espacio es englobar el área de Desarrollo Social, el de Salud y de Educación, para abarcar todas las etapas del ser humano, desde la infancia hasta la adultez mayor. El entorno de Bullrich defiende un perfil “humanista” orientado a la protección de la gente, de tal modo de unificarlo con su carácter “duro”, según informó La Política Online.

En este sentido, los allegados a la lideresa afirmaron que quieren mantener la “dureza” de la candidata, un rasgo que vieron fundamental en los resultados de las PASO y que ahora se podría ver beneficiado por una faceta “defensora del pueblo”.

Por su parte, De la Torre encabezaría esta propuesta. Aunque aún no lo confirmaron, circularon conversaciones entre los principales dirigentes que lo ponen al senador bonaerense en el centro de la cuestión. Por lo pronto, es sabido que De la Torre fue el encargado del Programa Integral de Primera Infancia en San Miguel, el cual contempla temáticas como Camino de la Embarazada, los 1.000 días y los Centros de Desarrollo Infanto Familiar.

Por otro lado, esta idea es atribuida al salteño Derek Hampton, aunque en los pasillos del PRO también resuena el nombre del jefe de campaña Juan Pablo Arenaza, así como también la publicista Federica Suárez Santiago.

Por lo tanto, la referente de la coalición opositora anticipó en TN que se trata de una “filosofía”. Fundamentó que “los argentinos están muy dolidos” y por eso plantea “un sistema que ponga el foco en el ser humano desde una perspectiva en el que todo aquello que tiene que ver con el ser humano, su vida, su educación, su cultura, su bienestar, su seguridad, que estén todos bajo una filosofía muy interesante".

En este sentido, las elecciones de octubre podrían poner en juego el perfil inamovible de Bullrich y dejar de lado el extremismo puro que caracterizó su campaña para las PASO.