El bono de suma fija anunciado por el ministro de Economía y orientado a los empleados del sector público y privado, continúa marcando la agenda y hoy pone en tensión a los dirigentes del oficialismo y la oposición.

El conflicto volvió a tomar forma a partir del anuncio del gobierno bonaerense, desde donde, según trascendió, aseguraron que van a destinar 4.000 millones de pesos a los municipios que lo necesiten y los mismos tendrán que reintegrarlo en diciembre.

En este sentido, son los intendentes de Juntos por el Cambio quienes le pidieron al gobierno nacional o provincial que se responsabilice del gasto y libere de esa ocupación a los distritos. En búsqueda de una negociación exitosa, los jefes comunales de la UCR y el PRO quieren concretar un encuentro con el mandatario del territorio bonaerense.

“Hasta el momento no llegó ninguna comunicación oficial, que es lo que deberíamos recibir para adherirnos al fondo, en caso de que decidiésemos hacerlo”, expresó uno de los dirigentes radicales del interior.

“Estamos sacando cuentas, pero no podemos tomar la decisión de pedir o no pedir hasta tanto no tengamos datos claros de cuánto nos ingresa por coparticipación”, le explicaron a La Tecla Info.

Además, los intendentes sienten la presión que el flujo automático de fondos ejerce. Es el caso de Ingresos Brutos el Presupuesto 2023, se proyectó un 70% y al final de año casi se duplicó. “Eso se siente fuerte en nuestras cuentas, porque los gastos los tenemos con el incremento de todos los meses”, aseguran desde el entorno.

Mientras tanto, el teléfono de Kicillof no para de sonar bajo el pedido: “Si lo pagan la Nación o la Provincia, nosotros no tenemos problemas en darlo. Si no, no estamos en condiciones”.

Por lo pronto, el bono sigue generando polémicas entre la oposición e incluso entre los mismos dirigentes de Unión por la Patria, en la búsqueda de llegar a un acuerdo frente al pedido de Massa.