Las elecciones generales están a la vuelta de la esquina, mientras que las caras preocupadas de Sergio Massa y Patricia Bullrich demarcan al futuro de la campaña para que derribar al candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei.

Tanto desde las encuestas como dentro del círculo íntimo del ministro de Economía, proyectan una segunda vuelta encabezada por el referente oficialista y el candidato libertario. Después de haber minimizado la influencia de Milei y llevarse una sorpresa en las PASO, el entorno de Unión por la Patria no quiere repetir el mismo error: “No jodamos. Ya nos comimos una curva importante, a ver si ahora nos matamos”, expresan desde los pasillos.

En este sentido, en la búsqueda de confrontar al león libertario en público, los asesores de Massa hablan de ir “desde lo concreto y no desde lo abstracto”, según circuló en Clarín. Por lo tanto, apelan a construir estas últimas semanas de campaña junto a los vecinos, donde sean ellos los que den sus opiniones sobre las propuestas de La Libertad Avanza. Los principales puntos están pensados en la libre portación de armas y las privatizaciones.

Así, esta preocupación también llegó al ámbito de Bullrich, donde encontraron una similitud con Unión por la Patria para ir en contra del relato libertario. En el entorno, miden con cautela “qué decir, cómo decirlo y qué callar”, para evitar seguir “agrandando” su figura. A su vez, analizan dejar atrás su propio discurso que hace alusión al “salto al vacío” de Milei.

Sin embargo, los asesores y encargados de la campaña saben que no habrán “milagros”, pero continúan en su búsqueda para paliar este fenómeno bajo el estratégico listado hacia Milei: No caricaturizarlo, no contrastar lo que dice con voceros de la política ni del establishment, no meterse con su hermana ni con sus perros ni con su sexualidad, no burlarse de él ni confrontarlo, no ponerlo en el lugar del loco.

De esta manera, tanto el sector oficialista como la coalición opositora que ya gobernó en 2015 calientan motores para ir en contra del huracán violeta, con la prudencia necesaria para no pisarse a sí mismos.