Con el objetivo balotaje entre ceja y ceja, los principales dirigentes de Santa Fe que trabajan junto al ex presidente, Mauricio Macri, protagonizaron una cumbre en la que aseguraron que van a estar a disposición para fiscalizar en dicha provincia y cuidar los votos del candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei.

A partir de la urgencia de proteger cada voto de tal manera de lograr el deseado triunfo, el pasado viernes la diputada electa y referente santafesina, Romina Diez, se reunió junto al presidente de la filial local del PRO, Cristian Cunha, para marcar las próximas estrategias. Así, la decisión estuvo regida por la relación que Cunha mantiene con Federico Angelini, una figura del círculo más estrecho de Macri.

“La idea es cubrirlos donde estuvieron más flojos”, aseguró una fuente del PRO a Letra P y destacó: “No hay roces porque en definitiva es el mismo objetivo y el mismo operativo que en las elecciones anteriores: ya repartiste las carpetas, ya están designados los responsables y armado el esquema piramidal para que la información suba al centro de cómputos”.

Además, señalaron que no van a faltar personas responsables y encargadas de mantener todo en orden. Dijeron: “Nuestros fiscales no son voluntarios, son militantes; si dicen que van, van”, según trascendió en los medios.

“En las ciudades chicas no hay tanta interna, Mauricio pidió fiscalizar y todos ahí empezaron a militar por Mauricio”, explicó otro referente sobre la falta de conflictos. Sin embargo, una rama santafesina de Juntos por el Cambio aún tiene la incógnita abierta y se trata del ala a cargo de la vicegobernadora, Gisela Scaglia, quien es aliada de Horacio Rodríguez Larreta.

Por el momento, algunos sectores del PRO a lo largo del país se están organizando para resguardar al electorado de Milei, lo que se traduce en un empuje político para los referentes cambiemitas que buscan posicionarse en una eventual gestión.