Tras asumir su segundo mandato como gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof le habló a sus compañeros dirigentes y a la militancia que lo respaldó en la Plaza San Martín de la ciudad de La Plata, donde contrapuso su modelo con el del presidente electo Javier Milei.

Después de la jura, el mandatario reconoció los aspectos que faltan en el territorio bonaerense pero aseveró que eso no se puede solucionar “con motosierra ni con ajuste”. En tanto, argumentó que "sin igualdad de oportunidades, la famosa libertad es una farsa”.

“El peronismo siempre es democrático. No es verdad que no hay alternativas; siempre las hay y, en este caso, la alternativa es clara y es el peronismo. Muchos afirman que el peronismo por sufrir una derrota electoral, algunos fantasean con que el peronismo o kirchnerismo fue enterrado. Hoy, por voluntad popular, el peronismo gobierna la provincia más grande de la Argentina”, expresó Kicillof.

Asimismo, se diferenció del plan de ajuste que Milei anticipó que hará a nivel nacional para bajar la inflación: “Si se busca equilibrio fiscal, eso se construye con recursos de un lado y gastos del otro. Aquellos que creen que no hay plata en ningún lado, les digo que en la provincia sí hay plata”.

Por último, el gobernador ratificó que es su “obligación” defender a la industria nacional y retrucó el famoso lema que se hizo escuchar en la campaña y ahora más que nunca, "¡Viva la libertad, carajo!", y lanzó: “No se le saca a otro para darle a uno. Nosotros entendemos que la sociedad es un colectivo y que el ladrillo que la une es la solidaridad. ¡Viva la justicia social, carajo!”.

 

 

 

 

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