Recientemente la Asamblea del PRO de la Provincia de Buenos Aires dio mandato a la Junta Electoral para fijar fecha de elecciones y renovar autoridades y puso en marcha el proceso de normalización tras la renuncia de 24 de 33 consejeros. Sin embargo, también tomó una determinación que podría abrir otro frente de batalla con el bullrichismo.

Tras una moción, se aprobó que nadie podrá utilizar el nombre del PRO por fuera de las estructuras institucionales, lo que podría derivar en otro conflicto.

Sin duda, esto apunta directamente al nombre “PRO Libertad” que adoptaron los bloques que se conformaron en la Legislatura tras la ruptura de las bancadas en ambas cámaras por el sector que comandan Bullrich y el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela.

Desde la conducción del PRO “oficial”, que conduce Agustín Forchieri, dejaron trascender su intención de impedir el uso de la sigla por parte de los “rebeldes”, aunque la nueva bancada fue oficializada por las autoridades de la Cámara, que conduce el peronista Alejandro Dichiara, e incluso fue incluida en la web oficial de Diputados.

Cabe destacar que desde esta semana, el bloque del partido amarillo pasó a tener 11 miembros en la Cámara de Diputados y 9 en el Senado bonaerense. De esta forma, el espacio armado por la ministra de Seguridad nacional lleva, de momento, el nombre Pro-Libertad en ambos recintos y funciona como interbloque con los espacios libertarios que comandan Nahuel Sotelo en Diputados y Carlos Curestis en el Senado.