El pasado jueves, mientras Axel Kicillof hablaba en Berisso, la exvicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, cayó de sorpresa en el municipio de Avellaneda para charlar con estudiantes de la Universidad Nacional de Avellaneda y acorralar a Jorge Ferraresi; algo muy parecido a lo que hizo días atrás en La Matanza, donde fue sin avisar a ver a Fernando Espinoza.

La visita de la dirigente al municipio de Avellaneda se da en medio de las diferentes versiones de una ruptura de Axel Kicillof con Cristina. Cabe destacar que la exvicepresidenta competirá por la presidencia del PJ contra Ricardo Quintela y aún el gobernador no se pronunció al respecto.

Sin dudas la presencia de la ex presidenta es una amenaza para Ferraresi y un castigo para el principal impulsor de una candidatura presidencial del Kicillof. En ese sentido, Ferraresi está enemistado con Máximo desde 2023, cuando se quedó sin lugares en la lista de legisladores provinciales.

Para ese entonces Cristina le había reclamado a Axel Kicillof que ponga orden y controle al dirigente rebelde, pero el gobernador le respondió que no podía hacer nada y se desató una guerra entre el camporismo y Ferraresi.

Cabe destacar que el intendente de Avellaneda viene reuniéndose con varios dirigentes enfrentados con La Cámpora, y se mostró desafiante con Mayra Mendoza en Quilmes y a Julián Alvarez en Lanús. A su vez, en las últimas semanas, Ferraresi fue uno de los impulsores del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, como presidente del PJ.

Según trascendió en los últimos días, Cristina no está contenta con la avanzada del kicillofismo en la Provincia ni con la participación de Mario Secco, Jorge Ferraresi y Andrés Larroque en ese espacio. A su vez, desde el kirchnerismo apuntan contra el ministro Gabriel Katopodis, quien aseguran que fue clave para la llegada del ex intendente al gobierno bonaerense.