

En medio de la interna peronista que se desató por las opiniones cruzadas sobre las elecciones en la Provincia de Buenos Aires, se pudo saber que Cristina Fernández de Kirchner no descartaría presentarse como primera diputada provincial por la Tercera Sección Electoral, es decir, el sur del Conurbano que concentra los municipios más poderosos electoralmente como La Matanza, Lomas de Zamora, Lanús y Avellaneda.
Según trascendió en los medios, la expresidenta sugirió esta jugada en el marco de la interna con Axel Kicillof y el comunicado de los 44 intendentes que apoyaron su pedido de desdoblamiento. Si la Legislatura sesiona para suspender las PASO este jueves 3 de abril, corren los rumores de que Kicillof podría anunciar el desdoblamiento en un acto en el Teatro Argentino de La Plata ese mismo día dado que, como gobernador, tiene la facultad de convocar una fecha para las elecciones provinciales mediante un decreto.
En ese marco, se pudo saber que Cristina deslizó la posibilidad de presentarse como diputada provincial este domingo, durante una cena que compartió en el camping del sindicato de los trabajadores de la Anses. De esta manera, la jugada sería un golpe durísimo para dos de los intendentes más importantes firmantes de ese pedido de desdoblamiento: Fernando Espinoza de La Matanza y Jorge Ferraresi de Avellaneda
Cabe destaca que, cuando piden desdoblamiento, los intendentes en realidad están discutiendo separarse de la lapicera nacional y poder definir quien arma las listas. De esta manera, como en la tercera sección electoral se eligen 18 diputados provinciales y en una buena elección el peronismo puede meter entre 8 y 10; si Cristina está a la cabeza de la lista contra los intendentes, se quedaría con todos los diputados.
Sin embargo, Cristina también armaría la lista de concejales municipales, lo que representa una amenaza en las comunas. De esta forma, desde el peronismo no descartan que en las próximas semanas varios intendentes empiecen a perder el entusiasmo por el desdoblamiento y que empiecen a proclamar la necesidad de la unidad peronista.
Cabe destacar que una candidatura provincial le permitiría a Cristina conseguir fueros frente a la probable convalidación de su condena en la causa Vialidad por parte de la Corte Suprema. Para el entorno peronista, a día de hoy Cristina tiene dos enemigos: “la Corte Suprema y Kicillof”, pero, según trascendió, lo del gobernador presentó una dura sorpresa dado que ella esperaba que la provincia la respaldara en esa pelea.
Hay que remarcar que Sergio Massa le había advertido al gobernador sobre ponerse en contra de Cristina y le recordó que, en aquel entonces, cuando él se puso contra la dirigente, la situación era diferente y que ponerse contra ella hoy sería lo mismo que patearla cuando está en el piso.
Según parece, todo se disparó dentro del peronismo cuando Kicillof apuró el tratamiento de una sesión especial que habían impulsado los libertarios. En ese marco, los kirchneristas afirman que el proyecto presentado por el libertario Agustín Romo fue consensuado con Carlos Bianco, la mano derecha de Kicillof, pero desde el entorno del gobernador lo niegan.
Más tarde, la senadora Teresa García presentó un proyecto que intenta pasar por encima del gobernador y sus facultades constitucionales para convocar a elecciones justo un día después que Massa, Kicillof y Máximo Kirchner se juntaran cara a cara a hablar. Incluso hay algunos diputados del kirchnerismo que reconocen que esa jugada fue un error.
Según destacaron fuentes cercanas al gobernador, Kicillof está convencido de que no quiere convertirse en el próximo Alberto Fernández y fracasar, por lo que entiende que la única forma de gobernar tranquilo es tener independencia para congregar un armado político que lo ayude en la tarea.