jueves 12 de junio de 2025 - Edición Nº2381

En Off | 23 may 2025

Las internas del peronismo

Cristina y la reunión secreta con intendentes: detalles, pedidos y gestos de distensión

En las sombras de la política bonaerense, donde cada movimiento se sopesa y cada silencio resuena, Cristina Kirchner se reunió en un cónclave secreto con intendentes clave, un encuentro que descorre el velo de las tensiones internas y las estrategias de cara a las próximas elecciones bonaerenses.


No fue una reunión cualquiera; fue una mesa tejida con hilos del poder peronista, donde cada silla representaba una facción, una lealtad, un juego de influencias. Mayra Mendoza, la voz de La Cámpora; Federico Otermín, del insaurraldismo; Fernando Espinoza y Julio Alak, la experiencia con un pie en el kicillofismo y el otro en el riñón cristinista. La geografía del poder peronista bonaerense se sentó ante la expresidenta, y Máximo Kirchner, su hijo, quedó deliberadamente fuera de la ecuación. Cristina quería escuchar, sin filtros, las voces del territorio.

Según publicó el portal Cronos Noticias, el encuentro de desarrolló días antes de las elecciones legislativas porteñas.

El "error" del desdoblamiento y la sombra de Milei

La primera estocada llegó con el desdoblamiento de las elecciones bonaerenses. Cristina reafirmó que fue un "error". Su argumento es tan simple como demoledor: la elección "se va a nacionalizar". En un escenario donde el voto por el "metro cuadrado" se desdibuja, la expresidenta vislumbra la sombra de Javier Milei, con una campaña implacable centrada en la inseguridad y la gestión de Kicillof. Esta es la preocupación que carcome a Cristina y que les transmitió a los intendentes: ¿cómo contener el huracán nacional en la Provincia de Buenos Aires?

Sin embargo, los intendentes, curtidos en el barro del territorio, tienen su propia lectura. Para ellos, "la política va a primar" en el suelo bonaerense. Confían en que, si los caciques peronistas se ponen al frente, los resultados en sus municipios serán favorables. Y lanzaron una advertencia, un eco de lealtad y pragmatismo: "Axel no va a estar solo, como estuvo Jorge Macri en CABA".

La Cámpora, las listas y un guiño a los "linderos"

Según publicó Cronos Noticias, la reunión, sin embargo, no fue solo un pase de facturas. Cristina, en un gesto que muchos interpretan como una señal de distensión, puso sobre la mesa una reducción del manejo de La Cámpora en las listas, del 50 al 40 por ciento. Un 10 por ciento que se convierte en moneda de cambio, un espacio para negociar con "sectores linderos" que hoy no forman parte de Unión por la Patria. La mira está puesta en el radicalismo, y la reciente aparición de Facundo Manes con su espacio "Para Adelante" es vista por algunos como una posible vía para sumar voluntades al armado de Kicillof. Aunque, claro, en el peronismo las líneas rara vez son tan rectas.

Lealtades, advertencias y un frente ampliado

La lealtad, ese valor tan preciado en la política, fue refrendada por los cuatro intendentes. Sin embargo, no dudaron en lanzar un consejo, envuelto en un temor apenas disimulado: Cristina no puede encabezar una lista seccional bonaerense. Su lugar, le dijeron, debe ser la cabeza de la lista a Diputados Nacionales por la Provincia de Buenos Aires, con el respaldo de todas las "tribus" que hoy se devoran en internas.

Y en otro gesto de distensión, un mensaje clave para el futuro del peronismo, Cristina les dio luz verde: habilita el diálogo con otros espacios políticos para construir un "hipotético frente ampliado". La unidad, esa palabra mágica y esquiva, parece ser la obsesión de la expresidenta en la provincia. El encuentro y los mensajes emanados son interpretados como un guiño hacia Kicillof, un intento de tender puentes con un gobernador con el que, se dice, no hay diálogo directo desde hace un año. Incluso, algunos afirman que la última vez, la actual titular del PJ Nacional lo mandó a hablar con Máximo Kirchner.

El hecho de que los intendentes que la visitaron representaran las diversas vertientes del peronismo bonaerense, y la ausencia calculada de Máximo, son leídos por muchos como un gesto significativo hacia Kicillof. En las entrañas del poder, donde las lealtades se renegocian y las estrategias se trazan en la penumbra, el peronismo bonaerense comienza a definir su rumbo.

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