

En medio del ajuste que lleva adelante el gobierno nacional de Javier Milei y de las polémicas que envuelven a La Libertad Avanza de cara a las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre, el Gobernador bonaerense y su equipo técnico empezaron a mirar este escenario y a delinear un plan económico centrado en la recuperación del ingreso de la clase media. En ese marco, el mensaje es clarísimo: Kicillof busca una propuesta sólida si el peronismo vuelve a la Casa Rosada en 2027.
Cabe destacar que desde su entorno niegan que ya se esté diseñando un “plan de gobierno”, pero, varios legisladores del peronismo dejaron trascender a los medios que Kicillof ya habría hablado varias veces de “tener respuestas claras” en caso de que la sociedad vuelva a demandar soluciones concretas.
Sin embargo, desde La Plata ya se ven algunas señales claras sobre todo porque, luego del triunfo del 7 de septiembre, varios emisarios políticos de Kicillof empezaron a conversar con varios dirigentes del Interior en busca de ampliar el capital político y construir consensos.
Hay que destacar que esta movida no es solo del peronismo, dado que algunos referentes de Provincias Unidas (espacio que contiene a gobernadores radicales y del PRO), también están enfrentando sus propias dificultades para conectar con la clase media y empiezan a buscar la manera de llegarle a los trabajadores que quieren soluciones inmediatas.
Por su parte, Kicillof estrechó lazos con el sindicalismo peronista. En ese marco, este fin de semana, en el Club Atenas de La Plata, el gobernador compartió escenario con Hugo Yasky y “Cachorro” Godoy, dos figuras clave del sindicalismo. Allí, el mandatario busco combatir el relato que pone a los jóvenes como base del mileísmo: “Fue la juventud consciente la que nos dio el triunfo en septiembre”.
El mensaje es claro: Kicillof se niega a ser sólo una figura provincial y no le tiene miedo a mostrarse como una de las figuras más firmes dentro del peronismo, sobre todo de cara a 2027.