La Legislatura de la Provincia de Buenos Aires debate una ambiciosa reforma electoral que busca simplificar drásticamente el calendario político. En ese marco, el senador Marcelo Daletto (UCR-Cambio Federal) presentó dos iniciativas que apuntan a modificar la Constitución provincial y la Ley Orgánica de las Municipalidades para que todas las categorías de cargos se elijan en un único acto cada cuatro años.

El objetivo central es terminar con la actual dinámica donde los bonaerenses son llamados a las urnas cada dos años. Daletto sostiene que este esquema genera un "alto costo económico y político" para la Provincia y "obliga a vivir en campaña constante", impidiendo la concentración en la gestión.

"Los bonaerenses necesitan que se les cumpla lo que se promete en campaña y para eso hace falta tiempo y gestión, no elecciones cada dos años", afirma el senador en los fundamentos.

El proyecto más trascendental (Expediente E 256/2025-2026) declara la necesidad de una reforma parcial de la Constitución por la vía de la enmienda (Art. 206). Esto implicaría que Diputados y Senadores se elegirían cada cuatro años, renovando ambas cámaras en su totalidad y de forma coincidente con la elección del Gobernador.

A su vez, que la reforma debería ser sometida a la aprobación del electorado mediante un plebiscito provincial en la primera elección posterior a su sanción. En ese marco, el legislador recordó que esta práctica ya se aplica en doce jurisdicciones del país, lo que demuestra su viabilidad.

El segundo proyecto (E 257/2025-2026) armoniza los niveles inferiores de gobierno. Busca modificar la normativa para que los intendentes y concejales sean elegidos por cuatro años, con renovación total del Concejo Deliberante junto a la elección provincial. A su vez, referido a los consejeros Escolares, su mandato se extendería a cuatro años y la renovación sería completa. En todos los casos, se mantendría la posibilidad de una reelección consecutiva, debiendo esperar un período para volver a postularse.

Hay que destacar que, de aprobarse, esta reforma modificaría la estructura del calendario político bonaerense de forma inédita. Al unificar todos los comicios, la propuesta busca concentrar el foco en las gestiones completas de cuatro años, en lugar de en evaluaciones permanentes de medio término.

Uno de los argumentos más fuertes es el ahorro de recursos millonarios que implicaría para el Estado provincial al evitar la organización de elecciones intermedias, permitiendo que esos fondos sean destinados a políticas públicas y gestión.