El intendente de Mar del Plata (General Pueyrredón), Guillermo Montenegro, atraviesa horas críticas en un doble frente: una crisis institucional con los trabajadores municipales y una profunda indefinición sobre su futuro político.

Mientras los empleados del distrito se encuentran en "asamblea y movilización", el jefe comunal debe decidir si el próximo 10 de diciembre asumirá su banca como senador bonaerense por La Libertad Avanza o si permanecerá al frente de la intendencia.

El conflicto con los trabajadores escaló en las últimas horas. El Sindicato de Trabajadores Municipales denuncia el pago desdoblado de los salarios, un atraso de 90 días en el reconocimiento de horas extras, y total incertidumbre sobre los haberes de diciembre y el medio aguinaldo.

Tras una reunión con el Ejecutivo, Cristian Milasincic, secretario adjunto del gremio, fue categórico al señalar que el encuentro no despejó las dudas y que el malestar se mantiene.

“Hemos planteado al Ejecutivo que, de repetirse el pago desdoblado de salarios, se tomarán medidas más fuertes", advirtió Milasincic. Y agregó, con escepticismo: "Nos dijeron que no pasaría nuevamente, pero no creemos que ello ocurra por la situación del municipio y las malas decisiones que se han tomado”.

Desde el sindicato advierten que la falta de recursos y la irregularidad en los pagos generan un "escenario explosivo" para el cierre de año.

En paralelo a la crisis de gestión, Montenegro evalúa su futuro. Según trascendió, el motivo de sus dudas para asumir en el Senado se debe a una promesa incumplida desde el gobierno nacional.

El acuerdo original, a comienzos de año, indicaba que el jefe comunal sería un candidato "testimonial" a legislador, para luego dar el salto a un cargo en el Ejecutivo nacional de Javier Milei. Como esa oferta por ahora no se concretó, Montenegro estaría evaluando permanecer en la comuna, pese al desgaste y la crisis financiera actual.