En la cuenta regresiva para el tratamiento del Endeudamiento 2026 este miércoles, el ajedrez político de la provincia de Buenos Aires se reordenó de manera sorpresiva. En este sentido, según trascendió, el bloque PRO quedaría excluido de la negociación por los cargos en el Banco Provincia (BAPRO), dejando en manos del senador nacional Maximiliano Abad (UCR) la llave para que el gobernador Axel Kicillof consiga los votos necesarios.
De esta manera, el tiempo se agota, y el oficialismo buscaría cerrar el acuerdo sin tener que depender del voto amarillo, concentrando las concesiones en el radicalismo.
Hay que recordar que Kicillof necesita 62 votos en Diputados para alcanzar los dos tercios requeridos para la deuda. El cálculo indica que los 37 votos de Unión por la Patria, sumados a los dialoguistas (9 de Abad, 6 de Unión y Libertad y 3 de Nuevos Aires/otros), arrojan 49 votos. En ese marco, la clave está en el sector de Abad: los 9 diputados que le responden, sumados a los 6 radicales del sector Lousteau-Manes, dan los 15 votos justos para alcanzar la mayoría especial, permitiendo a Kicillof prescindir del PRO (13 votos).

Según trascendió desde el medio Provincia Noticias, Matías Ranzini y Adrián Urreli, los nombres del PRO que sonaban fuerte para el BAPRO, se quedarían sin esos asientos. Sin embargo, hay que destacar que la exclusión del PRO no sería un capricho, sino el resultado de una compleja interna de poder con el Gobierno Nacional.
Para los amarillos, votar el endeudamiento de Kicillof, que incluye la ampliación de estructuras y el aumento del gasto (contrario a la prédica de Javier Milei sobre "degenerados fiscales"), traería un conflicto insostenible para el PRO bonaerense contra el Gobierno Nacional. A su vez, un voto positivo de los legisladores de Jorge Macri pondría al Jefe de Gobierno porteño en conflicto directo contra Milei, con quien intenta sostener una relación de colaboración.
En medio de este panorama, Matías Ranzini estaría reencausando su futuro político hacia la Subsecretaría de Asuntos Municipales, que depende del Ministerio del Interior (conducido por Diego Santilli), confirmando que el acuerdo con Kicillof por el BAPRO se frustró.
De esta manera, con el PRO fuera de juego, la llave de Kicillof recae únicamente en la figura de Maximiliano Abad. Así, si Abad entrega los votos, se consolidaría no solo la aprobación de la deuda, sino también un acuerdo de alto impacto institucional: la posibilidad de que el líder radical se quede con un lugar clave en la Suprema Corte de Justicia bonaerense.