La tregua en el Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires duró lo que un suspiro dado que, apenas días después de acordar elecciones internas para el 15 de marzo, Máximo Kirchner reapareció con declaraciones incendiarias hacia el armado político que busca proyectar a Axel Kicillof como líder.
En ese sentido, en una entrevista por streaming junto a Mayra Mendoza, el líder de La Cámpora no se guardó nada y trazó una línea divisoria entre lo que él considera "hacer política" y lo que definió como "administrar berretines".
“Cada vez hay más dirigentes electorales y menos dirigentes políticos”, disparó, apuntando a quienes priorizan las encuestas y las candidaturas por sobre el debate de ideas. A su vez, Máximo admitió que durante 2024 el partido se "trabó" y reconoció que la relación interna está lejos de ser fluida.

Cabe resaltar que en la reunión de Malvinas Argentinas se logró un avance técnico para evitar el estallido total. En primer lugar, llamaron a internas el 15 de marzo para renovar las autoridades del PJ bonaerense. A su vez, se amplió el número de apoderados. Ahora, cada sector (el cristinismo, el kicillofismo y los intendentes) tendrá tres representantes con firma.
Hay que destacar que la tensión es máxima porque el diagnóstico de Máximo Kirchner toca una fibra sensible y acusa a los sectores que apoyan a Kicillof de querer jubilar antes de tiempo a la conducción actual.
Por su parte, el Gobernador se enfoca en la gestión y en resistir los embates de Nación, mientras que el PJ se convierte en un campo de batalla donde se discute quién tendrá la birome para las listas del año que viene.