En un movimiento clave para blindar las cuentas públicas frente a la crisis, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires oficializó este martes un ambicioso esquema de financiamiento. En ese marco, el gobernador Axel Kicillof fue autorizado a tomar deuda por un total de USD 3.035 millones, una cifra récord que busca garantizar la operatividad estatal durante el próximo bienio.
De esta manera, el plan de endeudamiento está dividido en dos grandes bloques con objetivos específicos. En primer lugar, el pago de vencimientos (USD 1.045 millones) para abonar servicios de deuda ya previstos para el ejercicio 2025. En segundo lugar, hay USD 1.990 millones destinados a refinanciar pasivos judiciales, cubrir el déficit de Tesorería y, fundamentalmente, financiar programas sociales y ambientales.

Cabe destacar que uno de los puntos que genera mayor debate técnico es que la Provincia podrá ceder como garantía los fondos provenientes de la Coparticipación Federal de Impuestos. Esto significa que, ante cualquier eventualidad, el flujo de dinero que envía Nación quedará afectado directamente al pago de estos nuevos compromisos financieros.
Por otro lado, para aceitar el acuerdo con los jefes comunales, la ley crea el Fondo de Emergencia y Fortalecimiento de la Inversión Municipal para 2026 y 2027. Este se nutrirá con el 8% de lo recaudado por el crédito, tendrá un piso garantizado de $250.000 millones, y el 70% se repartirá de forma automática entre los municipios, lo que asegura obras locales sin depender exclusivamente de la discrecionalidad de La Plata.
Cabe destacar que la medida no solo alcanza a la administración central ya que empresas estratégicas como AUBASA (Autopistas) y Buenos Aires Energía S.A. también recibieron luz verde para endeudarse por USD 250 millones y USD 150 millones respectivamente, buscando sostener sus planes de inversión en infraestructura vial y energética.