Luego de una intensa semana dentro de la interna de la oposición, por las declaraciones de Elisa Carrió, donde apuntó contra algunos miembros de Juntos por el Cambio, haciendo referencia al vínculo político que a inicios del gobierno anterior se tejieron con algunos dirigentes peronistas y donde sembró dudas por las concesiones mineras de Jujuy, el mismo gobernador de dicha provincia salió al pique.
En los últimos días, se hizo público un explosivo chat enviado por el radical, Gerardo Morales a Carrió, en el que la acusa de ser “la Cristina Kirchner de Juntos por el Cambio".
El chat de Whatsapp comienza con: "Hola Lilita. Vos no Sos mas decente que yo. Vivo en la casa de mi mujer. Te invito a que los dos demostremos lo que tenemos y cómo lo hicimos".
En otro mensaje, y luego de enumerar todas las empresas con concesiones mineras en Jujuy, le advierte: "No vas a manchar mi nombre ni mi gestión que es transparente y transformadora. No te lo permito".
Al parecer, la divulgación del contenido de este chat fue, la "devolución" de los sectores que fueron blanco de las ácidas críticas de Carrió. Son intrigas que revelan -además de la desorientación y falta de un liderazgo que contenga las tensiones en la oposición- las dificultades que podrían tener para ejercer el poder si, llegan a ganar las elecciones del año que viene.
El chat se hace aún más fuerte, cuando Morales expresa: "Queres romper juntos por el cambio. Sos la Cristina Kirchner de JxC. Por qué no hablas del Paseo del Bajo y de los negocios de la Ciudad? Por qué no hablas del tema del Correo de Macri? O de cómo manejaron durante nuestra gestión el crédito tomado al FMI y cómo se fugaron las divisas y quienes se hicieron ricos?".
Y concluye:"Es bastante unilateral tu mirada sobre la honestidad y sabes que esa actitud tuya no es honesta".
Tal como reveló LPO, este escándalo se da en el marco de la reunión de la mesa nacional de Juntos del viernes pasado en el restaurante Happening, donde se acordó dejar atrás la polémica que generó Carrió.
En dicho encuentro Macri zanjó la catarsis que generaron los dichos de la ex diputada con una frase contundente: "No se preocupen, a Lilita la arreglo con un café".
Pero quizás no se percató de que con esa frase confirmaba las sospechas de que los ataques internos de Lilita de alguna manera están coordinados con él.