Después de los últimos sucesos vividos en la política por causa del intento de magnicidio hacia la vicepresidenta Cristina Kircner, el oficialismo busca erradicar los "discursos de odio” que apelan a la violencia política, pero esto no tiene tanta acogida en la oposición, tal es el caso del gobernador de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, quien redobló la apuesta y remarcó su confrontación contra el kirchnerismo, plantandose contra sus propuestas.
En ese marco, el jefe oprteño ya comenzó a criticar la iniciativa y a definirla como una “mordaza a la libre expresión”. “El kirchnerismo intenta distraer y propone una ley mordaza. Con el argumento de que la culpa de todo lo que pasa es del periodismo, la Justicia y la oposición, buscan controlar la libertad de expresión. No lo vamos a permitir”, sostuvo Larreta.
Tras advertir que el intento de avanzar contra la libertad de expresarse libremente podría incluir el control de lo que se diga en las redes sociales, Rodríguez Larreta postuló: “En vez de callar al que piensa distinto, propongo más libertad. En lugar de la censura, propongo más libertad. En lugar de la ley mordaza, propongo más libertad”.
Además, remarcó que el país necesita más diálogo: “si queremos construir una Argentina diferente, tenemos que escuchar especialmente al que no piensa como nosotros”. Y agregó: “El gobierno se perdió el viernes una oportunidad para unir a todos los argentinos, pero los políticos siguen enredados en discusiones cada vez más violentas y estériles".
Sin embargo, los dichos de Larreta provocaron una inmediata reacción de la Casa Rosada, que salió a desmentir que esté analizando un proyecto de ley para legislar sobre "los discursos del odio", una categoría que el kirchnerismo empezó a utilizar desde el ataque a Cristina Kirchner.
"No hay ningún proyecto que se esté analizando en ese sentido", aseguró la portavoz presidencial Gabriela Cerruti. "A todos los que me lo preguntaron se los dije, pero los medios en la Argentina se realimentan de cosas que quieren decir", afirmó.
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Por otro lado, el jefe de gobierno porteño anunció que recuperará el día de clases perdido por el feriado dispuesto por el presidente Alberto Fernández el viernes pasado, luego del atentado que sufrió la ex presidenta.
Con tono confrontativo, Larreta sostuvo que “se perdió un día de manera inútil en Argentina”, en referencia al feriado dispuesto luego del intento de magnicidio, con el objetivo de permitir que la gente se manifieste en paz.
Acompañado por el jefe de Gabinete, Felipe Miguel; la ministra de Educación, Soledad Acuña; y el ministro de Gobierno, Jorge Macri, el Larreta destacó que la medida anunciada acompaña a otras tomadas durante el último tiempo, como la apertura de las escuelas durante los sábados y las vacaciones de invierno, y la obligatoriedad de jornada extendida para los chicos de 11 a 14 años.
Por último, se comprometió a seguir trabajando “por un país libre, con una democracia fortalecida, con una educación de calidad y con una política al servicio de resolver los problemas de los argentinos”.
En ese marco, Larreta ahora busca recuperar solidez y perfil de autoridad, no sólo de cara a la sociedad civil, sino también hacia adentro de las filas de Juntos por el Cambio, pensando claramente en moldear su perfil de campaña y apunta a ganar lugar en el territorio en el bloque opositor.
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