Con un movimiento frenético dentro del Frente de Todos (FdT), debido al impacto del atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y la posible suspensión de las PASO, empiezan a crearse rumores sobre el camino político de algunos representantes del espacio.
Tal es el caso del gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien a pesar de tener todo a su favor para llevar una clara reelección adelante, también podría dirigirse a las presidenciales.
Esa posibilidad no es lo que quiere esa dirigencia, no es para lo que trabaja, pero si CFK decidiera -como sugirió en su primera aparición pública tras el ataque, el jueves en el Senado- no buscar un nuevo período presidencial y habilitara unas PASO ecuménicas con todos los socios de la coalición, Kicillof sería uno de los dos nombres -el otro, Eduardo de Pedro- que podrían emerger como precandidatos en representación del kirchnerismo en una eventual contienda de tres. En los despachos de la gobernación más cercanos al del gobernador hay una mirada unánime.
Cabe resaltar que desde antes del fallido intento de magnicidio, se había empezado a generar un alineamiento de la mayoría de los sectores del peronismo detrás de la figura de Cristina, y después de lo que ocurrido el pasado primero de septiembre en Juncal y Uruguay, esa tendencia se hizo todavía más fuerte.
En ese sentido, desde el círculo más cercano a Kicillof, entienden que no hay ningún actor dentro del peronismo que plantee una alternativa al rol central y decisor de la vice, que será quien resolverá si es candidata presidencial o si se corre para bendecir a otra persona.
Por lo que asumen que, si no es ella, podría crearse una gran interna frentedetodista, con eventual participación de una postulación por el kirchnerismo y otra por el Frente Renovador, además de una tercera del propio Alberto Fernández, en caso de que una recuperación económica le dé una nueva vida a su alicaída aspiración reeleccionista.
Sin embargo, a Sergio Massa, en La Plata no lo ven sacando los pies del plato en ningún escenario. Si bien sospechan que se moverá de acuerdo a los resultados que coseche su gestión y en el éxito que tenga su misión en el ministerio de economía, afirman que el tigrense ya entendió que no hay oportunidad presidencial en un escenario de ruptura con CFK y que esperará su turno y su bendición.
Por su parte, al Presidente, dicen, habría que permitirle competir en unas PASO, si es que le queda oxígeno a su aspiración reeleccionista. En los cálculos estratégicos del kirchnerismo, en una interna de tres, la presencia del Alberto Fernández sería funcional al candidato kirchnerista, porque competiría por votos parecidos a los del massismo. “Si quiere, hay que dejarlo que compita”, insisten.
La tercera pata de esas PASO sería un candidato con ADN kirchnerista. ¿Axel Kicillof? “No es lo que queremos, ni es lo que Cristina le dice a Axel. Pero es una posibilidad, claro”, dicen quienes rodean y hablan de política todos los días con el gobernador.
En ese camino alternativo surge la figura de Martín Insaurralde para encarar la candidatura bonaerense. El exintendente de Lomas de Zamora y actual jefe de gabinete, aliado de Máximo Kirchner, se puso “primero en la fila” para reemplazar a Kicillof.
Sin embargo, desde Dardo Rocha manifiestan que Kicillof no quiere apartarse del Plan 6x6 reeleccionista, pero irá adonde Cristina le diga. Cabe mencionar que semanas atrás, algunos jefes comunales de la Segunda Sección, iniciaron un operativo clamor para pedir su reelección.
Por ahora, son todas especulaciones. En La Plata dicen que lo que en realidad les preocupa es la inflación, la economía y cómo repercutirá este frente caliente en el electorado propio en 2023. “Lo va a resolver Cristina y nosotros vamos a estar donde nos pidan”, aseguran.
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