Con un gestión desgastada, pero que busca un nuevo mandato, el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli tuvo que salir a aclarar que su precandidatura en el Municipio no es “testimonial”.
En medio de varias versiones que salieron desde su propio entorno, Galli pidió “desterrar ese mito que están queriendo instalar” desde la oposición local. Asimismo, se diferenció de los dichos de Diego Santilli que sugerían que podía convocarlo en caso de ser electo gobernador.
Cabe señalar que el precandidato a gobernador declaró que busca llevarse a varios intendentes para su gestión al frente de la casa de gobierno provincial y enumeró a una serie de dirigentes de Juntos por el Cambio. Entre ellos, mencionó a jefes municipales como Julio Garro (La Plata), Ezequiel Galli, Miguel Ángel Lunghi (Tandil) y Javier Martínez (Pergamino).
Justamente, se especuló en Olavarría que el diputado nacional se podría llevar a un Galli re-reelecto para su gabinete y quien debería sucederlo en el Ejecutivo local sería su primo Hilario. En ese sentido, el actual intendente llegó a decir hace algunas semanas que le gustaría ser parte de un gabinete de Juntos en la Provincia.
“Candidaturas testimoniales” fue una expresión que se empezó a usar en el año 2009, cuando muchos de los espacios destacados en las listas fueron ocupados por dirigentes o funcionarios del kirchnerismo que, se sabía, no iban a asumir en sus cargos tras ser votados.
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