Después de horas de discusiones por los pasillos legislativos, el pasado miércoles se dio a conocer que es Alejandro Dichiara quien va a presidir en la Cámara de Diputados, junto a un mandato rotativo en el que se sumará Alexis Guerrera. Antes de llegar a este acuerdo, fueron Máximo Kirchner y Sergio Massa quienes intervinieron en la toma de decisión final.
Una cumbre entre ambos dirigentes tuvo lugar a altas horas de la madrugada, donde se vieron las caras y lanzaron los primeros nombres: Juan Pablo de Jesús, desde el lado de Kirchner, y Rubén Eslaiman, desde Massa, así como también resonó con fuerza Mariano Cascallares. Sin embargo, sin llegar a un acuerdo y sin querer tirar una moneda, ambos fueron descartados de la carrera.
En este sentido, después de debatir y buscar un hombre que unifique a la coalición, fue a las 2 de la mañana cuando se inclinaron hacia el dúo de Dichiara-Guerrera y lo hicieron oficial a través de un mensaje.
El rol del gobernador y la última palabra
Según circuló en los pasillos de la Legislatura, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, había “vetado” a hombres de Martín Insaurralde, pero fue conciso con su deseo. Según logró reconstruir BAN, Kicillof pidió que sea alguien de consenso y que los sectores “se pongan de acuerdo”.
Además, su círculo ratificó que la decisión final era de la Cámara y no de Gobernación. “Que no lo usen a Axel como excusa para no explicar que no se ponen de acuerdo entre ellos”, fueron las palabras que se escucharon en aquellas horas de tensión antes de elegir a Dichiara.
Por su parte, Kicillof pudo mantener al mando a quienes quería: a pesar de las dudas por su permanencia, el dirigente Cuto Moreno conservó la vicepresidencia y asumirá en la segunda, mientras que en la primera estará a la cabeza Adrián Urreli (vínculo estrecho de Néstor Grindetti) y en la tercera Alejandra Lordén, referente de Maximiliano Abad.
Se puede decir que, después de muchas semanas y especulaciones, la Cámara de Diputados tiene su nuevo presidente, así como también los mandos designados para dar la pelea en el sillón legislativo.
Sin consenso
Días agitados
Negociación por lo bajo
Mapeo político
Disputa interna