Las chispas en el interior de Juntos por el Cambio aún se esparcen por los pasillos políticos de la provincia de Buenos Aires, y es que desde el apoyo de Patricia Bullrich y Mauricio Macri a Javier Milei, ni la Unión Cívica Radical (UCR) y Propuesta Republicana (PRO) lograron llegar a un consenso sobre su posicionamiento.
Así, mientras un sector del PRO respaldó de igual manera al presidente libertario, la UCR bonaerense se alejó de esta decisión y aseveró su decisión de ser “oposición”. Por lo tanto, la tensión al interior del partido no hizo más que intensificarse en las últimas semanas, por lo que Axel Kicillof observa de cerca.
En este sentido, un factor que une a ambos sectores disímiles es el reclamo a Kicillof para que pague las deudas a los municipios, así como también llegaron a un consenso para empujar la creación de un Fondo Especial para las Intendencias por $116 mil millones, donde intervino el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela (PRO) y de Rauch, Maximiliano Suescún (UCR).
Sin embargo, los acuerdos continúan siendo un conflicto y un referente amarillo aseguró que “hay ruido con los intendentes radicales”, según comentó Infobae. Por su parte, un legislador bonaerense lanzó: “Con los intendentes radicales la cosa está mal. Jugaron flojo en las últimas semanas, y más todavía en la última sesión”.
Por lo tanto, los 17 alcaldes representantes del PRO planean una cumbre que podría suceder esta semana, bajo el comando de los cuatro líderes bonaerenses: Guillermo Montenegro de Mar del Plata, Soledad Martínez de Vicente López, Diego Valenzuela de Tres de Febrero, y Ramón Lanús de San Isidro.
Por otro lado, los dirigentes boina blanca tienen 29 municipios en su mando y se nuclean tanto en el Comité provincial como en el Foro de Intendentes Radicales. Según trascendió en los pasillos, se mantienen en contacto estrecho y sostienen una agenda agitada para este verano.
Con este panorama, a Kicillof le beneficia la disputa interna que hay entre estos espacios, por lo que elige negociar por separado y que la brecha entre ambos se acentúe. Mientras tanto, el sector amarillo y el radical buscan “preservar el diálogo” y avanzar pese a las diferencias.
Año recargado
Cumbre clave
Sin acuerdo
Agenda de reuniones
Cumbre secreta