El intendente de la ciudad de La Plata, Julio Alak, llevó a cabo dos auditorías y desenterró variadas irregularidades por parte de su antecesor, el referente de Juntos por el Cambio, Julio Garro. Entre ellas, comprobaron que durante los últimos 8 años, ingresaron más de 6.000 agentes que cobraban un sueldo y no se presentaban a trabajar.
“El Estado debe cuidar al contribuyente, que no paga tasas para que lo destinemos a personas que no van a trabajar”, aseguró Alak y anticipó “una recomposición salarial para los agentes que cumplen con su tarea”.
Asimismo, expresó: “Muy pocos trabajan como servidores públicos o en administración; son contratos políticos, se advierte claramente en el análisis de ingreso, que fue en años electorales, como el 2021 y el 2023. Felizmente esos contratos están terminando y hay que decidir si renovarlos o no, no vamos a hacerlo porque si lo hacemos estamos incumpliendo la ley, convalidando privilegios que la gente repudia”.
“Hay que ordenar primero la herramienta para que los buenos trabajadores tengan un salario digno. Por pagarles a los que no trabajan, se perjudica a los buenos, esa ha sido la gran injusticia de la última gestión”, continuó Alak.
Por otro lado, el jefe comunal detalló sobre la “herencia” de Garro, la cual dejó una deuda que ronda los 18 mil millones, obras inconclusas, retraso del corte de césped.
Asimismo, el alcalde focalizó en un trabajo junto al gobernador Axel Kicillof, para continuar con las obras paralizadas; retomar el control del espacio público a través de un plan de consenso con los vendedores ambulantes; lograr un pliego y proceso licitatorio para el transporte público y la construcción de una nueva Plaza San Martín.
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