El cambio de nombre al CCK provocó cruces, revuelos y chicanas entre la dirigencia política

El gobierno de Javier Milei anunció mediante el vocero presidencial, Manuel Adorni, el cambio de nombre del Centro Cultural Kirchner (CCK) por otro aún sin definir, por lo que el estrago no tardó en llegar: legisladores, militantes e intendentes condenaron la medida en esta instancia de gestión.

En ese sentido, uno de los legisladores que salió al cruce fue el militante de La Cámpora y senador de la provincia de Buenos Aires, Emmanuel González Santalla, expresó: “¿Quieren “deskirchnerizar”? Suban los salarios, denle dignidad a los jubilados, a los docentes, generen empleo, construyan escuelas, viviendas, crean en la gente, defiendan la Argentina, de lo contrario no pierdan el tiempo, su nombre seguirá sonando como un llamado a la esperanza”.

Por su parte, el diputado nacional y referente de La Cámpora, Máximo Kirchner, catalogó de “anecdótico” este cambio de nombre, “con tal de que traten bien a la gente”.

“Si quiere le puede poner Eduardo Eurnekian, pero que le mande la comida a los comedores, que mande los insumos a los hospitales, que no le saque los medicamentos gratis a los jubilados. Que le ponga Conan, pero que lleguen las cosas a la gente” apuntó en Somos Radio.

En la misma línea, el intendente de Ituzaingó, Pablo Descalzo, ironizó: “Cambiarle el nombre a un centro cultural es una medida súper estratégica. Ahora sí, se terminará el ajuste a jubilados y docentes, habrá paritarias increíbles y bajará definitivamente la pobreza”.

Asimismo, la diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, Juliana Di Tullio, marcó: “Quiero felicitar al gobierno por esta medida inteligente y urgente, económicamente hablando, de cambiarle el nombre a un centro cultural. Sin duda alguna, ahora nuestro país va a salir adelante encaminándose a la salida de la recesión para ir al crecimiento económico”.