En medio de las fuertes internas que se dan dentro de Unión por la Patria después de lo que significó la derrota en las urnas, Cristina Kirchner decidió no entrar en los juegos de sus dirigentes y mostrarse afuera de los reflectores.
Sin embargo, fuentes del interior del peronismo remarcan que la expresidenta ya mostró su descontento por considerar que se trata de una disputa de cara a ver quién toma las riendas en la próxima campaña electoral.
Con su hijo, Máximo Kirchner, por un lado y con Axel Kicillof por el otro, la expresidenta no quiere tomar partido a pesar de tener a su descendencia en el medio. Cristina se encuentra molesta por los cruces entre dirigentes peronistas con La Cámpora, como los recientes roces entre los referentes del sector K de Unión por la Patria, como Mariano Recalde, y Andrés Larroque.
Una fuente cercana a Cristina Kirchner dejo trascender que “está muy molesta” y que “no le gusta nada que ya estén discutiendo quién va a tener la lapicera el año que viene”.
Sin embargo, desde el peronismo remarcan que Cristina no pretende ni fogonear los problemas, ni bajar la espuma, dado que “no le gustan las internas” y que está “enfocada y preocupada por las políticas de Javier Milei”.
Aun así, recientemente hizo un poco de ruido en el peronismo una foto entre Mayra Mendoza y la expresidenta, acompañadas por Anabel Fernández Sagasti, senadora de la Nación. Allí, Cristina y ambas integrantes de La Cámpora se mostraron juntas en un “evento familiar” que no tiene relación política alguna.
Cabe destacar que el pasado jueves salió a resurgir la interna entre Axel Kicillof y Mayra Mendoza, cuando el gobernador visitó Quilmes y se encontró con gestos de frialdad y mensajes de la militancia que no aportaron paños fríos a los roces.
Disgusto en las cámaras
Interna al rojo vivo
Próximas elecciones
Polémica
Ajuste en educación
23 de abril
En Benito Juárez
Enojos en el partido amarrillo
Calmando las aguas
Bajando la espuma