Luego del baldazo de agua fría que significo la instalación de la Planta de GNL en Rio Negro y en medio de diversas críticas y presiones del arco opositor para adherir al RIGI nacional, el gobernador Axel Kicillof se sacudió el polvo y convocó este viernes a intendentes peronistas de la Provincia de Buenos Aires.
Quien hizo los llamados fue el ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis, y la reunión, además de contar con 30 jefes comunales, también contó con la presencia del Jefe de Gabinete, Carlos Bianco, el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque y la vicegobernadora Verónica Magario. Cabe destacar que no hubo massistas en la “juntada”.
Los involucrados se reunieron en apoyo del gobernador y con la idea en mente de que Javier Milei quiere “poner de rodillas a la provincia de Buenos Aires” no solo por ser territorio del peronista Kicillof, sino por los resultados electorales que recolectó anteriormente.
Durante la reunión, se puso de nuevo sobre la mesa la necesidad de la unidad para poder formar una oposición y una defensa ante Javier Milei, sobre todo para los bonaerenses.
En ese sentido, los jefes comunales defendieron que hoy en día las preocupaciones de los vecinos se centran en el valor de los alimentos, la subas en las facturas de luz y en los combustibles, todos problemas atribuidos al ajuste del gobierno nacional.
Cabe destacar que luego de la oficialización de que la Planta de GNL se instalaría en Rio Negro, y con una embestida de la oposición culpando a Kicillof, el apoyo de intendentes y legisladores al gobernador llegaron bastante tarde en comparación a las críticas. Es por esto, que ahora el peronismo debe mostrarse más fuerte y unido que nunca.
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