El mediodía del domingo una mujer que se iba a reunir con dos amigas para almorzar, sumó su nombre a la extensa lista de víctimas de la inseguridad en La Matanza.
Alrededor de las 13 y cuando estacionó la Ford EcoSport sobre la calle Irigoyen, dos delincuentes que circulaban en una moto por la calle Acevedo la detectaron, doblaron en contramano y la atacaron.
La amiga y dueña de casa, a quien le desvalijaron la vivienda hace poco más de un mes, activó la sirena de la alarma vecinal pero los motochorros no desistieron y siguieron adelante.
El que viajaba como acompañante saltó del rodado y arma en mano se abalanzó sobre la camioneta, abrió la puerta del conductor y con amenazas de disparar obligó a la mujer a descender del rodado.
Momentos después, acompañado por los gritos desesperados de la víctima y las amigas, los malvivientes se fugaron con los dos vehículos.
La mujer realizó la denuncia policial pero fue el hijo quien, tres horas después, encontró la EcoSport abandonada, "enfriando" sin daños y faltantes.
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