En la calle de los robos, a un automovilista le sacaron hasta la ropa

Crece la indignación de los vecinos y frentistas que habitan la calle Bolívar al 2300, en la localidad de Ramos Mejía. En la tarde del lunes un hombre que estacionó el auto en la vía pública, fue asaltado por al menos tres delincuentes que le cruzaron un vehículo y a mano armada le robaron todo.

El violento ataque no fue uno más, se trató del tercer asalto a punta de pistola que ocurrió en la misma cuadra en poco más de un mes. En el video que está incluido en esta nota se observan las imágenes de todos ellos.

Este lunes, cerca de las 17, un hombre que no es vecino de la zona, estacionó el VW color gris y antes que abandone el habitáculo fue abordado por dos jóvenes ladrones, que utilizaban guantes y capuchas, y que junto a un cómplice se movilizaban en otro Polo que se presume era robado.  

Los sujetos le apuntaron por la ventanilla y lo obligaron a descender del rodado, a continuación uno de ellos lo llevó hasta la acera y le exigió que se arroje al pasto. Segundos después le quitó la campera y escapó con los cómpinches a bordo de los dos rodados.

Por el momento se ignora la identidad de la víctima y si el Polo fue recuperado.

El ataque anterior ocurrió en la noche del jueves 11 de septiembre, cuando dos delincuentes que se movilizaban en un auto con al menos un cómplice, interceptaron a una mujer cuando regresaba de trabajar y descendió de su rodado.

La vecina intentó escapar a la carrera pero la alcanzaron, la amenazaron con un arma de fuego y se produjo un breve forcejeo cuando se negó a entregar el bolso donde llevaba el teléfono celular, la billetera con efectivo y tarjetas bancarias, también la documentación personal.

La mujer realizó la denuncia policial y aportó que la última ubicación del GPS del celular fue una villa cercana, lugar al que los uniformados se habrían acercado con resultados negativos.

El robo que abrió la trilogía criminal en la calle Bolívar de Ramos Mejía, sucedió el miércoles 20 de agosto alrededor de las 17, cuando una mujer que llegaba a visitar a los padres, fue asaltada por tres ladrones que se movilizaban en dos motos y portaban armas de fuego.

La víctima los observó llegar y no se resistió, arrojó las llaves de la Jeep color blanco a la vereda pero uno de los rastreros no se conformó: le exigió que le entregue la mochila donde llevaba entre otras pertenencias el teléfono celular y la documentación.

La seguidilla de violentos ataques acabó con la paciencia de los vecinos que le exigen al Intendente Fernando Espinoza que se haga cargo de la situación.

"Espinoza fue electo para representar a todos los habitantes de La Matanza y el debería le exigir a Javier Alonso, el ministro de Seguridad bonaerense, que la policía haga su trabajo pero no le interesa porque vive en Puerto Madero", señalaron con bronca.