Con la victoria en el olvido, los libertarios bonaerenses no aflojan con la interna

A pesar de que el triunfo de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires fue contundente, la euforia electoral fue rápidamente opacada por las insistentes internas entre los principales referentes del espacio violeta. En ese marco, los intentos por mostrar unidad a través de fotos y discursos apenas logran disimular la situación.

La pelea se da entre el sector que responde a Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y hermana del mandatario nacional, quienes siguen a Santiago Caputo, estratega de comunicación y uno de los cerebros de la campaña; y los que responden a Sebastián Pareja, el operador político que busca consolidar una estructura territorial propia en el distrito.

En este sentido, la relación entre estos sectores se ha vuelto abiertamente hostil en Buenos Aires, sobre todo porque Pareja ha avanzado en la construcción de su propio esquema, sumando armadores locales y ganando presencia en Concejos Deliberantes, lo que lo posiciona como una figura de peso provincial. Sin embargo, este crecimiento choca con los sectores más duros de LLA, en particular con el grupo militante "Las Fuerzas del Cielo", identificado con Caputo.

En ese marco, la crisis ya se materializa en movimientos políticos concretos: concejales que rompen bloques, legisladores que dejan de responder a la conducción central y declaraciones cruzadas. El caso más visible fue la edil quilmeña Estefanía Albasetti, quien se pasó del sector caputista al armado de Pareja. Esto provocó que en las redes los seguidores más ortodoxos la acusaran de "traición”.

Indudablemente el clima de conflicto se extiende a la Legislatura bonaerense, donde se avecinan nuevas tensiones por el control del bloque de Diputados dado que el caputista Agustín Romo busca retener la presidencia, pero el entorno de Pareja impulsa un recambio. En ese marco, el regreso del actual secretario de Culto, Nahuel Sotelo, en diciembre, promete ser un nuevo factor de desequilibrio en el bloque y ni siquiera desde la Casa Rosada pueden hacer algo parta intentar contener las internas.