Después del cruce con Mayra Mendoza, Grabois llevó a sus militantes a otro distrito de La Cámpora

La paz en el peronismo bonaerense no parece ser una opción. Menos de 24 horas después de la batalla campal y los audios filtrados en Quilmes, la tensión se mudó a Lanús, donde militantes de la UTEP, el Movimiento Evita y organizaciones ligadas a Juan Grabois cercaron la municipalidad a cargo del camporista Julián Álvarez, escalando la pelea entre las organizaciones sociales y los intendentes de La Cámpora.

La protesta, que incluyó a un centenar de personas bloqueando los accesos al palacio municipal, tuvo momentos de altísima tensión. En un video que ya circula por redes sociales, se escucha a los manifestantes desafiar a la policía con una advertencia directa hacia el intendente.

"¿Vos querés quilombo acá? Lo único que pedimos es que baje el intendente, si no va a pasar lo que pasó en Quilmes", lanzaron frente a la guardia de infantería, dando a entender que el conflicto es un efecto dominó que busca golpear a los principales referentes de la organización de Máximo Kirchner.

Hay que destacar que, bajo la bandera de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), los manifestantes exigen bonos de fin de año para cooperativistas, la continuidad de contratos ante el temor de bajas en enero, canastas navideñas y mejoras salariales contra la "precarización".

Sin embargo, detrás de las demandas sociales, late la interna política. La movilización fue encabezada por dirigentes que responden a Agustín Balladares, referente de Lanús que ayer mismo estuvo junto a Axel Kicillof en Ensenada, lanzando la fuerza nacional del Gobernador.

En este sentido, este nuevo piquete confirma que la estrategia de los movimientos sociales (Evita y MTE) es asfixiar a las intendencias camporistas del Conurbano. Si ayer el blanco fue Mayra Mendoza, hoy el turno de Julián Álvarez deja en evidencia que el diálogo está roto.

Mientras tanto, desde el municipio de Lanús intentan contener la situación sin recurrir a la fuerza con el fantasma de lo ocurrido en Quilmes, con vecinos heridos y denuncias de "psicopateadas", sobrevolando cada minuto de la protesta.