En un gesto de fuerte contenido político y gremial, Axel Kicillof y Verónica Magario desembarcaron este viernes en la sede histórica de la CGT. El encuentro tuvo un objetivo urgente: articular una estrategia conjunta para resistir la reforma laboral y el ajuste que impulsa el Gobierno Nacional en medio del debate por el Presupuesto 2026.
La cúpula sindical y el gabinete provincial coincidieron en una visión crítica sobre el rumbo económico del país. En ese marco, denunciaron que las medidas de Javier Milei están provocando una caída estrepitosa de la actividad industrial, lo que golpea directamente el corazón productivo de la provincia de Buenos Aires.
Sobre la reforma laboral, la central obrera fue tajante al calificarla como "regresiva, flexibilizadora y precarizadora". Ante este escenario, la alianza entre la Provincia y la CGT definió que "darán la pelea" en la calle (con movilizaciones y presencia territorial), en el Congreso (coordinando el voto de diputados y senadores), y con la Justicia (presentando amparos contra los puntos que vulneren derechos constitucionales).
Uno de los datos políticos más relevantes del cónclave fue el respaldo explícito de la CGT a la figura del Gobernador, a quien señalaron como el actor central para tejer puentes con otros mandatarios provinciales. "Subrayamos la importancia de Kicillof como gobernador de la provincia más grande y poblada del país", expresaron tras la reunión, posicionándolo como el referente de la resistencia federal.
Cabe destacar que el Gobernador no estuvo solo, sino que fue respaldado por sus ministros Walter Correa (Trabajo), Carlos Bianco (Gobierno), Andrés "Cuervo" Larroque (Desarrollo de la Comunidad) y Cristina Álvarez Rodríguez (Asesores). La presencia de Correa, de origen sindical, reafirma la fluidez de un vínculo que busca consolidarse de cara a un 2026 que promete alta conflictividad social.
En este sentido, la reunión cerró con un compromiso de unidad total. Tanto la Provincia como la CGT aseguraron que agotarán las "herramientas democráticas" para proteger las conquistas laborales, dejando claro que Buenos Aires será la principal trinchera frente al modelo libertario.
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