El líder del Frente Renovador y ministro de economía de la nación, Sergio Massa estuvo en la cámara de Diputados para dar inicio al debate por el Presupuesto 2023, allí aprovechó para hablar del presente su gestión pública.

"A lo largo de los años he recorrido un sinnúmero de funciones políticas y siento que estoy dando mis últimas pisadas en mi vida política. Tengamos la capacidad de proyectar un trabajo para que en el 2023 las metas que vayamos consiguiendo sean acordes a este Presupuesto", pidió.

En esa línea, manifestó que uno de sus objetivos es "trabajar para la recomposición del ingreso en la Argentina" y admitió que "la caída de los ingresos en los últimos seis años ha sido muy importante".

En ese sentido, reconoció que la inflación "ya alcanzó hasta agosto el 78,5% y seguramente superará el 90%" y procedió a explicar los detalles del proyecto enviado el pasado 15 de septiembre, que contempla las variables macroeconómicas proyectadas por el Gobierno de un aumento del 2% del crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI), un déficit del 1,9% y una inflación promedio del 60%.

Por otro lado, el tigrense se reunió con el Sindicato de Trabajadores del Neumático (SUTNA) y las empresas productoras para poner fin al prolongado conflicto que amenaza con paralizar totalmente la actividad automotriz: uno de los ejes centrales del "plan Massa".

"Hay más de u$s1.200 millones de exportaciones argentinas en riesgo", advirtió el ministro en declaraciones a la prensa minutos antes de iniciar su presentación.

"Es importante darle continuidad al sector automotriz y autopartista en términos de funcionamiento", subrayó, tras lo cual fue acusado por legisladores de izquierda de "pisotear los convenios colectivos de trabajo" y "extorsionar a los trabajadores del neumático" con su advertencia sobre las importaciones. 

A lo que Massa respondió: "Llamar a que se termine con el capricho no me parece que sea tomar parte. Gobernar es tratar de evitar el daño más grave a la hora de situaciones de conflicto".