Mauricio Macri reunió a la mesa bonaerense del PRO en su despacho de Olivos. Se sentaron tres de los precandidatos a Gobernador Bonaerense, los principales intendentes amarillos, representantes legislativos y dirigentes que no gobiernan sus distritos y pretenden hacerlo para intentar ordenar la interna dentro del partido amarillo.

La reunión duró aproximandamente una hora y Macri hizo un guiño a la competencia interna tanto a nivel provincial como en las intendencias y, puntualmente, al mano a mano entre Diego Santilli y Cristian Ritondo.

Según trascendió, el pedido de Macri fue contundente: unidad en la diversidad. Les pidió ser generosos en el armado de la estrategia electoral, no pensar en términos de ambiciones de poder.

El titular de la Fundación FIFA pidió que el conjunto del partido debía ser respetuoso si un intendente o intendenta se inclinaba sobre uno de los dos en la interna presidencial entre Bullrich y Larreta. Además, pidió que estos mismos dirigentes debían evitar la confrontación o cualquier tipo de críticas contra el candidato nacional o provincial que no era de su preferencia. “Deben ganarse la confianza de todos los candidatos” presidenciales, les dijo. Pelea limpia, sin golpes debajo del cinturón.

En síntesis, Macri apoyó la competencia interna, siempre y cuando exista un acuerdo tácito de no agresión

Entre los presentes estuvieron tres de los candidatos a Gobernador por la Provincia de Buenos Aires, Diego Santilli, Cristian Ritondo y Néstor Grindetti. Los intendentes Julio Garro (La Plata), Pablo Petrecca (Junín), Ezequiel Galli (Olavarría), Javier Martínez (Pergamino), Héctor Gay (Bahía Blanca), Diego Valenzuela (Tres de Febrero) y Javier Iguacel (Capitán Sarmiento) y Soledad Martínez (Vicente López).

También estuvieron los legisladores Adrián Urreli, Alex Campbell, Christian Gribaudo y Alejandro Rabinovich, las legisladoras Daniela Reich y Florencia Retamoso, y la diputada Silvia Lospenatto y Martiniano Molina, en representación de los dirigentes que no gobiernan sus distritos.