Oficialmente Mauricio Macri está de regreso y, luego de asumir la conducción del PRO por zoom, ahora impulsa un operativo para limpiar del partido todo rastro de impronta de quién lo había conducido hasta ahora, Patricia Bullrich, que ahora se puso a la tarea de impulsar una fusión amarilla con La Libertad Avanza.
Según trascendió, la reunión se realizó durante el mediodía de este martes en las oficinas que Macri tiene en Olivos, duró una hora y media, y sirvió para trazar los lineamientos para esta nueva etapa y marcar la cancha haciendo hincapié en que no son gobierno.
En la reunión estuvieron los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Nacho Torres (Chubut); el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri; los intendentes Soledad Martínez (Vicente López) y Guillermo Montenegro (Mar del Plata); los diputados Cristian Ritondo y María Eugenia Vidal; el concejal santiagueño y secretario general del PRO, Facundo Pérez Carletti; y el exsecretario general de la Presidencia macrista, Fernando De Andreis.
Allí, Macri le puso fecha de vencimiento al acompañamiento del PRO a Milei: será hasta el tratamiento de la ley ómnibus XS y, después, el partido retomará un rol de oposición “apoyando lo que haya que apoyar y discutiendo lo que haya que discutir”, destacaron fuentes a los medios.
El encuentro no tuvo foto oficial ni posteos en las redes sociales, y en el se repitió en varias oportunidades la palabra “humildad” para ubicar a su dirigencia en el lugar que la sociedad la colocó en las elecciones del año pasado (tercero). A su vez, se remarcó que no aún no hay clima electoral y se conversó sobre la interna.
La ausencia de Bullrich y de Damián Arabia (vicepresidente segundo del partido y alfil de la ministra de Seguridad) fue notoria y dio un mensaje, dado que para Macri, que ella sea parte del Gobierno, la ubica afuera de la escena de toma de decisiones partidarias y forma parte de la idea de no cogobernar con Milei.
Además de los dos ausentes mencionados, durante la charla también se evitó hablar de Diego Santilli, quien estaba invitado, pero por cuestiones de agenda en la Cámara de Diputados no asistió a la convocatoria de Macri. Sin embargo, trascendió de fuentes del PRO que Santilli ya bajó un cambio con las muestras de apoyo al Gobierno nacional, lo que lo hacía ver como uno más de LLA y cristalizaba su idea de ser el candidato de la convergencia en 2025, lo que Macri no comparte.
A su vez, en la reunión también se evitó hablar de Horacio Rodríguez Larreta, quien se mantiene en silencio y cabizbajo tras la dura derrota en la interna que protagonizó con Bullrich el año pasado, lo que lo deja afuera de todas las decisiones.
Cabe convocar que se excluyó de la reunión a todos los dirigentes que se paran atras del bullrichismo, por lo que no estuvieron dirigentes como Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, ni el operador de la ministra, Pablo Walter.
Ahora, Macri tiene en mente el desafío de diferenciarse del gobierno de Javier Milei apostando a las raíces del PRO que se desdibujaron en los últimos años y sobre todo durante la campaña electoral.
En la reunión, Macri remarcó las ideas de verticalidad y las nuevas caras dado que cuando se corrió de la conducción del partido para darle paso a Bullrich, el PRO diversificó demasiado sus vocerías en sus distintas expresiones.
En aquel entonces, la presidenta partidaria, Vidal, y Larreta formaban un coro demasiado amplio que no entonaba la misma melodía; pero para el expresidente la solución es sencilla, es la verticalidad, ahora manda él y listo. Por otra parte, anota varios apellidos nuevos para renovar el partido y ofrecer a la opinión pública dirigentes que vuelvan a representar lo que alguna vez fue el PRO.
Dentro de los nombres que resuenan, trascendió Soledad Martínez, la intendenta de Vicente López que trabaja hace mucho en el espacio pero que cobró notoriedad recién cuando Jorge Macri abandonó el sillón municipal y se mudó a CABA. Ahora, además, es la vicepresidenta del partido. Otro nombre es el de Ramón Lanús, el jefe comunal de San Isidro que destronó al clan Posse y que se reunió con Macri el lunes, según se sabe, para hablar de proyectos y planes de gestión.
En este sentido, toda la idea de Macri es armar una liga de intendentes y referentes territoriales del PRO para volver a escuchar las necesidades de la sociedad. Acorde a las fuentes, el puntapié inicial se dará la semana que viene en Saladillo, donde se reunirá con referentes de la Séptima sección electoral antes de hacer la presentación pública del partido y las nuevas autoridades.
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