El Honorable Concejo Deliberante (HCD) de Bahía Blanca fue escenario de una maniobra política que rompió la alianza opositora. En este marco, el sector del PRO, referenciado en Cristian Ritondo, se alineó con el peronismo para destituir al libertario Mauro Reyes de la presidencia del cuerpo legislativo.
Con el apoyo de peronistas y ritondistas, Reyes fue removido, y la banca de la presidencia fue ocupada por Gisela Caputo, quien había sido electa por La Libertad Avanza (LLA) en septiembre, pero había regresado al PRO.
El conflicto venía escalando desde fines de noviembre, cuando los concejales del PRO votaron junto al oficialismo la aprobación de la ordenanza fiscal 2026, impulsada por el intendente Federico Susbielles. En ese momento, el diputado libertario Oscar Liberman había calificado el aumento tributario como “un impuestazo” y cuestionó el apoyo de la oposición.
La votación de este martes cristalizó la ruptura y reconfiguró el mapa político bahiense. La jugada no solo desplazó a LLA, sino que aseguró cargos clave para el sector del PRO, con Gonzalo Vélez como secretario del Concejo y Pablo Daguerre al frente de la OMIC.
El trasfondo del conflicto se remonta al pedido del intendente Susbielles a las empresas del Polo Petroquímico para adelantar seis meses de tasas a fin de cubrir salarios municipales. Mientras LLA rechazó la medida, los ritondistas decidieron acompañarla, facilitando su aprobación.
De esta manera, el quiebre en Bahía Blanca profundiza las tensiones provinciales y hace crujir la alianza entre "amarillos" y "violetas" a nivel provincial.
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