El próximo sábado 27 de abril, el gobernador Axel Kicillof protagonizará una jornada de “super acción” política, de alta significación de cara a las tensiones internas en el peronismo de la Provincia de Buenos Aires. En ese sentido, concurrirá al acto que encabezará Cristina Fernández de Kirchner en Quilmes y, a la vez, irá a un encuentro organizado por el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi y a otro en el que talla fuerte uno de los ideólogos del Grupo Ensenada.
Kicillof se dividirá entre dos polos en tensión: el camporismo, quien organiza el acto de Cristina Kirchner, y los intendentes que buscan tomar distancia de la conducción del PJ que ejerce Máximo Kirchner, entre los que se cuentan no solo a Ferraresi, sino también Mario Secco.
Hasta hace unas horas, Kicillof no había confirmado su presencia en Quilmes, pero ahora el gobernador desactivó el distanciamiento personal luego de la tensión que generó el discurso de Andrés Larroque, su ministro de Desarrollo Social, que cuestionó el modo en que Cristina Kirchner ejerce su conducción, y lanzó indirectas al rol de Máximo, con quien está enfrentado.
La presencia de Kicillof en Quilmes el sábado a las 16 para inaugurar un microestadio bautizado “Néstor Kirchner”, lo vuelve a dejar en un lugar de equilibrio, lugar que sus operadores reclamaron al despegarse del discurso de Larroque.
Por otro lado Ferraresi, que inaugura un centro cultural en la Isla Maciel también llamado Néstor Kirchner, no solo habla de una interna con el camporismo, sino que abiertamente impulsa una candidatura de Kicillof a la presidencia en 2027, y asegura que debe ser el líder del peronismo.
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